Marines Espaciales del Caos
Los Heréticus Astartes son los mayores enemigos de la Humanidad, Marines Espaciales traidores que han abandonado el camino de la luz del Emperador y han abrazado la terrible gloria del Caos. Consumidos por el odio, hacen presa en el Imperio que una vez, hace mucho, juraron defender.Cada partida de guerra y Legión de los Heréticus Astartes lucha de una manera propia y única. Los Devoradores de Mundos, por ejemplo, son enloquecidos adoradores de Khorne, el Dios de la Sangre, y caen sobre sus enemigos en indescriptibles orgías de matanza. Los Amos de la Noche emplean tácticas de terror para asustar a su presa antes de golpearla desde la oscuridad, mientras que la Masacre Carmesí son relativamente nuevos en las filas de los Marines Espaciales Renegados y usan sus tácticas para enfrentarse a los agentes del Emperador cadáver.
Guardia de la Muerte
La Guardia de la Muerte camina inexorable a la batalla entre el zumbido de interminables enjambres de moscas. Hinchados, podridos y llenos de enfermedades, estos traidores repugnantes son prácticamente inmunes al dolor. Cada Heréticus Astartes está dedicado a propagar las sucias bendiciones del Dios de la Plaga Nurgle.El dolor y el sufrimiento son nociones que se aplican sólo a sus víctimas; el miedo es un concepto ridículo para seres tan espeluznantes. Los guerreros de la Guardia de la Muerte pueden sufrir las heridas más atroces y aun así seguir batallando, con los brazos arrancados, los torsos en carne viva y la carne necrosada renegrida por el fuego. Muchos enemigos emplean una lluvia de plasma o de salvas de armas antitanque para tratar de diezmar a la Guardia de la Muerte, pero ni siquiera eso supone una garantía de éxito. Aprovechando al máximo su resistencia antinatural, la Guardia de la Muerte favorece la guerra de desgaste y da muerte a sus enemigos en refriegas a corta distancia.
Mil Hijos
Para los Mil Hijos, el camino de la condenación fue más largo de lo usual. Decidieron estudiar los saberes del Caos en contra de las órdenes del Emperador, si bien su única intención al hacerlo era poder advertirle de la futura traición de Horus. Aun así, el Emperador los declaró herejes y lanzó contra ellos a los Lobos Espaciales.Forzados a defenderse en una guerra que no querían librar, los Mil Hijos buscaron la ayuda del poder del Caos conocido como Tzeentch. Tras escapar al Ojo del Terror, siguieron con sus estudios mágicos pero, al poco tiempo, empezaron a sufrir espantosas mutaciones. Turbados por esa decadencia, los integrantes de una de las cábalas de los Mil Hijos, liderada por el gran hechicero Ahriman, decidieron inmolar a toda la Legión, lanzando el hechizo conocido como la Rúbrica, aun a riesgo de sufrir la ira de su demónico Primarca. Sin embargo, en vez de eliminarlos, el hechizo les hizo experimentar mutaciones aún mayores. La cábala rebelde fue expulsada por su iracundo Primarca y se vio obligada a esparcirse por la galaxia y luchar repartida entre diferentes Legiones Traidoras. Tras milenios de exilio, sin embargo, la Legión vuelve a luchar unida.
Demonios del Caos
No hay enemigos más terribles. Llegan desde la Disformidad, trayendo consigo la ruina y un horror inimaginable. Son los ejércitos de los Dioses Oscuros, las legiones demónicas, y sólo detendrán su asalto implacable a los mundos mortales cuando la realidad haya sido desgarrada.Cada Demonio se forma a partir de un fragmento de la esencia de un Dios Oscuro, y por tanto representa los rasgos y las pasiones de su amo; los Demonios de Khorne son asesinos sanguinarios que sólo se preocupan por matar a su siguiente víctima. Los hijos de Nurgle son implacables y a menudo hacen gala de un morboso sentido del humor. Los Demonios de Slaanesh imitan la belleza estética y el sadismo ilimitado del Príncipe Oscuro, mientras que las creaciones de Tzeentch cambian de aspecto constantemente, adoptando toda suerte de formas enloquecidas.