Sistema de Datación Imperial

El Imperio ha desarrollado su propio método para recoger fechas, el cual necesita un poco de explicación. Lo principal es que los años son "después de Cristo", así que las fechas son aquellas con las que estamos familiarizados ahora. Una fecha típica, tal y como los estudiosos imperiales la escribirían, sería algo como 0123456.M41. 

Dividamos este código para explicar cada parte:

0 | 123 | 456 | M41 = Chequeo | Fracción del Año | Año | Milenio

Número de Chequeo

Esta cifra se refiere a la fiabilidad de la fecha, siendo 0 el más ajustado y el 9 el menos. La clase 0-1 se refiere a sucesos ocurridos en el Sistema Solar, y cada número creciente indica un grado mayor de lejanía de Terra:
  •  0-1 → el suceso ocurrió en Terra o el Sistema Solar.
  •  2 → el suceso ocurrió mientras alguien presente estaba en contacto psíquico directo con Terra o el Sistema Solar.
  •  3 → un individuo/organización presente estaba en contacto psíquico con una fuente 2 mientras ocurría el suceso.
  •  4 → el individuo/organización estaba en contacto con una fuente 3 Ó 2.
  •  5 → el individuo/organización estaba en contacto con una fuente 4.
  •  6 → el individuo/organización estaba en contacto con una fuente 5.
Las fuentes clase 7, 8, y 9 son algo subjetivas:
  •  7 → el suceso ocurrió alrededor de 10 años en torno a la fecha indicada en el resto de la fecha imperial.
  •  8 → el suceso ocurrió alrededor de 20 años en torno a la fecha.
  •  9 → esta clase es especial. Es una fecha aproximada, usada normalmente cuando se registra un suceso ocurrido durante un viaje en la Disformidad o en un planeta que no usa el sistema imperial. 

Fracción del Año

Para los registros, cada año se divide en 1000 partes iguales, numeradas del 000 al 999, de aproximadamente 8 horas y 45 minutos. Esto no es usado normalmente por los ciudadanos imperiales, sino que es simplemente para uso administrativo.

Año

Este es el año dentro del Milenio, numerado entre 000 y 999. Para las fechas generales, sólo se incluyen el año y el Milenio (más abajo).

Milenio

Este es el Milenio en el que ocurrió el suceso. Los eventos más "recientes" en el universo de Warhammer 40,000 ocurren en el M41 o 41º Milenio. Un evento en nuestro presente (p. ej., en 2014) habría ocurrido en el M3.

La Gran Fisura

"Durante diez mil años, el Imperio había resistido. Cien siglos de guerra constante. Entonces, tras la Caída de Cadia ante las fuerzas de Abaddon el Saqueador en el 999.M41, una oscuridad aún mayor descendió por toda la galaxia. En su larga historia, el Imperio jamás había sufrido tormentas disformes como las que se desataron a raíz de la Cicatrix Maledictum, la Gran Fisura.

Una reacción en cadena de desgarros dividió toda la galaxia, dejando tras de sí una cicatriz pulsante de puro Caos. Le siguió la Noctis Aeterna, un periodo en el que el Astronomicón fue devorado, perdido entre la agitación de la tormenta. Durante algún tiempo, quizá días, meses o años, solo se vieron destellos intermitentes, como si el mismísimo Emperador estuviera enfrentándose a la tormenta. Para la mitad de la galaxia, el Astronomicón regresó, aunque ahora era propenso a parpadear. En cambio, para los que estaban en el norte galáctico, conocido como el Imperium Nihilus, la luz del Astronomicón se había ido, dejando a los Navegantes ciegos en la Disformidad, y a los mundos imperiales de la región perdidos y aislados en la oscuridad.

El terror se apoderó de cientos de miles de planetas, que lanzaron comunicaciones a la desesperada, hasta quedar en silencio. Miles de millones de escribas y eruditos buscaron respuestas. Investigaron durante mucho tiempo los registros abandonados, abriendo incluso las criptas más antiguas. No hallaron ninguna explicación ni consuelo, tan solo algunas comparaciones aisladas. La Tormenta de Ruina ya había partido por la mitad la galaxia durante la Herejía de Horus, pero solo en otra ocasión había quedado la Humanidad tan dividida como entonces: la Era de los Conflictos. Su sola mención causaba escalofríos. Poco se sabía de aquella era de pesadilla, ya que era anterior al Imperio, pero los fragmentos conservados aludían a un momento en que la historia casi terminó, en que la Humanidad resultó casi destruida y sus pocos supervivientes fueron esclavizados o reducidos a la barbarie.

Durante un tiempo, la Gran Fisura amenazó con destruirlo todo. Sus movimientos agitaban la realidad como un seísmo. La galaxia se rompía en dos. Todas las criaturas vivientes quedaron estupefactas, y luego una oleada de terror las sobrecogió. Aquellos con dotes psíquicas fueron quienes peor lo pasaron, pues las energías de la Disformidad se derramaron en el espacio real. Para muchos, fue su condena. Incontables miles de millones murieron y su agonía se sumó a la cacofonía que gritaba en cada mente viva.

Una grieta siguió a otra. Una cicatriz turbulenta de Caos puro y pulsante casi separó la galaxia en dos. Desde la Anomalía Hadex en el centro de la Brecha Jericho, en la Franja Este, hasta el sistema más alejado del Segmentum Obscurus, en el noroeste galáctico, latía una nueva presencia horrible. Era un agujero que desgarraba las costuras de la realidad a una escala inimaginable. El Ojo del Terror, la más grande de todas las fisuras disformes previamente conocidas, se convirtió en una pequeña fracción de esta enorme brecha. Las tormentas disformes que brotaron del vacío barrieron todos los rincones de la galaxia. Ninguna astrocomunicación pudo transmitirse desde ninguno de los millones de planetas imperiales. Solo los mundos que compartían un sistema estelar podían permanecer en contacto, e incluso eso falló durante las crisis de furiosas tempestades. Se desconoce el número de planetas del Imperio que se perdieron, pero durante un tiempo todos se quedaron solos. Incluso la baliza guía del Astronomicón, alimentada por la luz del Emperador, parpadeó y se desvaneció.

En el periodo que siguió, las réplicas psíquicas sacudieron la galaxia, y la propia realidad luchó por recuperarse del horrible trauma. Con el tiempo, quienes no fueron devorados por las tormentas disformes ni estaban demasiado cerca de los perniciosos efectos de la Gran Fisura descubrieron que los Astrópatas podían transmitir mensajes interestelares de nuevo, aunque el riesgo de incursión demoníaca era mayor que nunca. Se lanzaron cruzadas para restablecer el contacto con los sistemas estelares lejanos y retomar lo que podía ser reconquistado. La más exitosa fue la Cruzada Indomitus, dirigida por Roboute Guilliman. El Primarca había recuperado su título de Lord Comandante del Imperio, y allí donde viajaba, devolvía la fe. Sin embargo, ningún mensaje y muy pocas naves podían cruzar la nueva e infernal barrera que partía la galaxia.

Con la Gran Fisura, el Imperio de la Humanidad, siempre fracturado, quedó roto, con sus mundos más alejados más aislados que nunca antes. Pero resiste. Las banderas de la miríada de ejércitos de la Humanidad todavía ondean en innumerables planetas."
Mapa de la galaxia a partir del 999.M41.

Eventos Clave en la Historia de las Adepta Sororitas

Echaremos un vistazo a alguno de los mas gloriosos momentos en las crónicas de las Adepta Sororitas, desde sus orígenes a algunas de sus mas famosas batallas.

El Decapitamiento de Goge Vandire

En el temprano M36, el corrupto Alto Senor del Administratum, Goge Vandire, realiza maniobras para llegar a ser la cabeza de la Eclesiarquía. Y así comenzó un reinado de sangre de siete décadas de duración durante el cual incontables billones murieron. Él está protegido por un grupo de guardaespaldas femeninos fieramente leales llamadas las Hijas del Emperador, lideradas por Alicia Dominica. Es solo cuando Alicia se encuentra frente al mismísimo Dios-Emperador que el velo cae de sus ojos; marcha hacia los aposentos de Vandire y le decapita de un sólo balanceo de su espada de energía.

Alicia Dominica continúa fundando las Órdenes Militantes de las Adepta Sororitas - las Hermanas de Batalla han nacido.

La Masacre en Santuario 101

La fortaleza-convento conocida como Santuario 101 es fundada en el margen del este por Adepta Sororitas  de la Orden de Nuestra Señora Mártir. En el 897.M41, toda Hermana de Batalla dentro de la fortaleza es asesinada en lo que se cree ser el primer contacto Imperial con los Necrones. Corrompidos registros de vídeo son la única evidencia de la identidad de los atacantes y subsecuentes investigaciones del Santuario 101 no encuentran traza de los misteriosos asaltantes.

La Marcha del Penitente

En el 938.M41, el Waaagh! del Jefe de Guerra Blackaxe empuja a las Hermanas de Batalla de las Órdenes del Corazón Valeroso y del Cáliz de Ébano contra las murallas de la Catedral de San Dufaux. Sólo el sacrificio de cientos de Hermanas Repentia dota a las asediadas defensoras del suficiente tiempo para abrir las enormes puertas de la catedral. Con las puertas abiertas, dos docenas de Castigos del Penitente son capaces de tomar el campo de batalla y segar una sangrienta venganza en nombre del los mártires.

Asesinato del Tirano

En el 991.M41, al inicio de la segunda Guerra Tiránida, la Canonesa Praxedes lidera una fuerza de Adepta Sororitas al mundo cardenal de Okassis para reforzar al Astra Militarum. Cuando los Tiránidos caen al planeta, una combinación de Escuadrones de Retribución y tanques Exorcista atraviesan su primera oleada con voladuras fulminantes de fuego. No obstante, la segunda oleada consigue hacer una brecha en las murallas de la fortaleza del la Catedral Eclesiarcal. En el corazón de la batalla, Praxedes combate un monstruoso Tirano de la Colmena. Incluso después que la propine 
un golpe mortal, su fé en el Emperador la da la fuerza necesaria para acometer un ataque final con su maza. Guiada por Su Mano, atraviesa el cráneo del Tirano de la Colmena y, con su líder muerto, los Tiránidos entran en confusión, probando no ser rivales para las justas Hermanas de Batalla.

Cruzada Celestina

Acompañada por varios agentes Imperiales y xenos, Celestina viaja a Macragge en el corazón de Ultramar, donde el Primarca Roboute Guilliman es despertado del éxtasis. Celestina entonces acompaña al Primarca en su largo y peligroso cruzada con destino Terra. Durante su viaje, los miembros de la cruzada son acosados por los sirvientes del Caos, incluyendo el enfurecido Devorador de Almas conocido como Skarbrand y el Demonio Primarca del los Mil Hijos, Magnus el Rojo. Las fuerzas Imperiales finalmente llegarán a Terra, y mientras Guilliman busca una audiencia con el Emperador, Celestina marcha a repartir sus bendiciones a otro lado.

El Camino de la Rectitud

Dalomat de Montbard, la Misionero Eclesiarcal, reúne un masivo cónclave del píos guerreros y declara una Guerra de Fé. Él lleva su campaña por un camino de recta destrucción que le lleva directo a la Cicatrix Maledictum. Nada más es escuchado del fanático Misionero, ni de sus fieles soldados, hasta una década mas tarde cuando un ataúd conteniendo su cuerpo emerge de una tormenta de Disformidad en el lejano oeste galáctico. Junto con los restos de Dalomat queda un diario conteniendo anotaciones de batallas que duraron cientos de años.

Los Campos de Trilla

En ruta a Ultramar, una flota de Sororitas que comprende multiples Preceptorios de la Rosa Sangrienta se detiene en el solitario planeta en el Sistema Thresh. El alto en su progreso es en respuesta a una divina visión recibida por la Hermana Assumpta, una Hermana que todavía no ha visto combate alguno. Las Sororitas se preparan para la guerra en el mundo completamente sin vida, y mantienen sus posiciones durante un día mientras la Canonesa de cada Preceptorio reza para pedir ayuda. Su sagrada tarea se aclara cuando un zarcillo de la Flota Comena Tiránida Ouroboris es arrojado sobre el sistema.

Las criaturas xeno afinan en las posiciones de la Rosa Sangrienta y descienden sobre el planeta en grandes oleadas. Enjambres de veloces depredadores son masacrados por las Hermanas, escuadrones de Sororitas son devorados por voraces monstruosidades, y en no mucho, el yermo mundo está empapado en sangre e ícor. Sabiendo de los Tiránidos se alimentan de biomasa, las guerreras de las Rosa Ensangrentada se aseguran que cada cadáver, humano y xeno, es reducido a cenizas. Después de seis meses, el influjo de los Tiránidos en el sistema cesa, y después de seis meses más, la última de las criaturas xeno es finalmente asesinada. La Hermana Assumpta es la única miembro de la fuerza Sororitas que sobrevive.